jueves, 23 de junio de 2011

Despedida de 4º ESO



18-6-11
Bueno, ya llegó vuestro momento. Ese que habíais esperado desde hace tanto tiempo, y que parecía que nunca llegaría. Y resulta que ese vuestro tiempo en SAFA ya es pasado. Abandonáis una etapa en la que sin duda habéis crecido, por fuera y por dentro. Os habéis hecho grandes, como vuestras ganas, esperanzas, ilusiones, expectativas...
Como profesores, hemos pretendido ayudar a vuestros padres a haceros crecer. Aunque ahora podéis ser muy críticos con nosotros, sin duda, con el paso del tiempo quedará lo bueno, lo mejor, porque la indulgencia, la que se abre paso gracias a la madurez, es la más sabia de las justicias. Los años pasados entre nosotros os han ayudado a aprender (aunque también a olvidar), multitud de contenidos y materias que más de una vez habréis considerado inútiles, pero que, en realidad, no pueden desligarse de vuestro proceso de crecimiento personal. Ahora forman una parte inevitable de vosotros. Además de la adquisición de conocimientos, la asimilación de los valores de nuestro colegio, la interacción con los compañeros y profesores en esta etapa de vuestra vida, han constituido sin duda un factor destacado de vuestra maduración personal. Todo eso es pasado, pero ahí queda como base de lo que ha de venir... Por eso, me gustaría echar un vistazo a vuestro futuro. Se abre ante vosotros un panorama lleno de oportunidades. Quisiera animaros a encarar los cambios que se avecinan con ilusión, pero también con realismo. Supongo que ahora mismo tenéis en la cabeza una imagen muy confusa de lo que será vuestro futuro. Muchas veces os enfrentaréis a él con la ilusión del principiante que lo da todo por hecho, creándoos
perspectivas falsas, pensando que cualquier cosa es realizable, que podéis con todo lo que tenéis por delante. No.
Vuestro futuro os pedirá mucho a cambio, os exigirá trabajo, dedicación, muchos intentos detrás de otros muchos, y entusiasmo. En más de una ocasión este entusiasmo desaparecerá y os encontraréis en el “desierto”. Un desierto es una etapa de la vida que a nadie le apetece vivir: serán vuestros momentos más duros, de los que saldréis reforzados o sin fuerza. Aun estando así, sin fuerzas, no os podéis permitir el lujo de quedaros ahí mirando la vida, porque mirar supone perder oportunidades. Fijaos en que lo importante no es lo que ya se ha dado por perdido, sino lo que os queda por ganar.
Es cierto, la vida pasa, y estáis obligados a aferraros a ella, a buscar incansablemente vuestra parcela de felicidad. Para ello, y creo que en esto estaréis de acuerdo con nosotros, es fundamental que apostéis por superaros cada día como personas, sabiendo que justo al lado, en este mundo tan pequeño, viven otros a los que debéis buena parte de vuestra felicidad y a los que estáis obligados también a dársela.
Ahí está vuestra responsabilidad y vuestro reto. De todas formas, el futuro no es mañana; vuestro futuro comienza hoy, ahora; así que es hoy, ahora, cuando debéis retomar la tarea de construiros y de construir entre todos este mundo nuestro. Finalmente, en nombre del claustro de profesores de Sagrada Familia, deseo expresar nuestro agradecimiento:
a vuestras familias, que nos han permitido ser sus colaboradores en vuestra educación; a Dios, que es el motor y sentido final de nuestra vida, de nuestro futuro;
y, especialmente, a vosotros, que sois trozos imprescindibles de nuestro futuro. No sólo hemos sido nosotros los que os hemos ofrecido, como educadores, parte de nuestra vida, esfuerzos y preocupaciones. Vosotros también habéis sido una experiencia, una enseñanza y una riqueza para nosotros.
Parafraseando a Mario Benedetti, os decimos adiós, sabiendo que en esta despedida encontraréis nuestro “hasta siempre”.

Pedro Villarino

No hay comentarios:

Publicar un comentario