Último despertar a los pies del Mencilla, hoy estamos más remolones y es que los excesos de la fiesta están pasando factura.
Baile en el pasillo, deshacer las camas, hacer las maletas (es imposible que todo entre ahí de nuevo)... Luego a desayunar, para continuar con la recogida de las habitaciones.
Todo listo y preparado, pero... ¡Oh nono! Una bolsa llena de objetos perdidos, ¿de quién será?
Hemos hecho la evaluación de la semana, visto el vídeo, repartidos todos los materiales y seguimos sin encontrar a los dueños de varias prendas.
Después de unos juegos de despedida, tocaba la última comida, arroz con tomate y de postre helado. Como el día venía marcado por los cumples, ambos han soplado las velas del pastel y recibido la postal firmada por todos.
¡Qué caras de alegría y felicidad!
Un rato de tiempo libre mientras llegaba el autobús y nos despedíamos de los monitores.
Nos encontramos en el autobús de regreso y algunas caras han cambiado de expresión, con pena por que esto se acaba.
Para nosotros ha sido un placer y una semana muy interesante y rica en experiencias compartidas.
Así son las cosas y así se las hemos contado.
Carlos e Isabel.
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