Lunes 13 de febrero de 2017
Y llegó el
gran día. Por fin estábamos en Pineda. Tras el recibimiento de los monitores y
la explicación de normas, tocó el reparto de habitaciones, deshacer maletas y
preparar camas. ¡Nos hace falta mucha más práctica!
Ya iba
siendo hora de comer y había hambre, así que no hubo problemas. Y tras el
tiempo libre, nos preparamos para nuestra primera salida. Pineda nos había
recibido con una nevada pero no llegó a cuajar, así que el camino estaba lleno
de agua. Entre saltos y explicaciones para conocer la flora de la zona,
transcurrió el paseo.
De vuelta ya
al albergue, merienda y formación de los diferentes grupos de trabajo para la
semana. Mucha imaginación para nombres y gritos de guerra.
Cena y
velada, buscando en la oscuridad “Gumibayas” con algún que otro susto.
La hora de
dormir llegó, y aunque con un poco de retraso, el silencio acabó con el primer
día en Pineda.
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