Preámbulo
Hoy el día ha comenzado muy pronto y con nervios
porque nos íbamos a Pineda de la Sierra. ¡El viaje que siempre recordaremos!Comienza la aventura
Empieza el viaje y,
a pesar de los nervios, hemos venido tranquilos, sin mareos y, según nos
acercábamos a nuestro destino, contentos por ver la nieve. Nos han recibido
cinco monitores que nos han acompañado hasta el albergue intentando que nadie
sufriera un resbalón a causa del hielo.
Almuerzo
rápido mientras llega el otro cole. Una vez todos juntos comenzamos la
explicación de las normas y los pasos a seguir hasta la hora de la comida.
Muchas órdenes juntas, demasiadas cosas a la vez… ¡Vaya jaleo!
Deshacer
las maletas, hacer que todo entre en una taquilla demasiado pequeña: “¿Dónde
meto esto? ¡No me cabe! ¡No tengo las sábanas! Alguno hoy duerme con ración
doble de sábanas.
Hora
de comer, gritos, gritos, gritos y más gritos, después de varias llamadas de
atención, nos cuentan las rutinas y funciones que desempeñamos en cada un de
las comidas: ponemos la mesa, servimos a los compañeros, recogemos los platos y
limpiamos las migas. Una comida rica que ha ayudado a que sea rápida. Después
del tiempo libre, nos preparamos para la primera ruta. Tres capas obligadas, más
complementos anti-fríos, hablamos demasiado y somos muy lentos caminando. Esto
hace que la ruta sea más corta de lo esperado. Hemos pisado una capita de nieve
y hemos jugado a guerra de bolas.
Vuelta
al albergue y merienda, con tiempo libre que aprovechamos para cambiarnos y
ponernos ropa seca. A continuación, nos han explicado las normas de la noche y
el buzón del amor y la amistad… ¡Va a dar mucho juego!
No
están muy cansados, porque al llegar la cena, el nivel de ruido era similar o
incluso superior al de la hora de comer. Después, tiempo libre, donde hemos
demostrado quien son los campeones del futbolín de Pineda. Se han ido
contentos.
Ahora,
una vez leídos los mensajes del buzón, estamos con la velada nocturna. A
oscuras por el albergue buscando las Gomibayas.
En media, hora a dormir. Deseadnos suerte. Y
con esto y un bizcocho hasta mañana a las ocho.
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